Siempre que pueda, aproveche la luz natural. |
Utilice en su hogar colores claros para paredes y techos para aprovechar mejor la iluminación natural y reducir la artificial. |
Apague siempre las luces en las habitaciones que no esté utilizando. |
Minimice la iluminación ornamental en jardines y otras zonas exteriores. |
Limpie a menudo las lámparas y las pantallas, así aumentará la luminosidad sin aumentar la potencia. |
Adapte la iluminación a sus necesidades y tenga en cuenta que con la iluminación localizada conseguirá, además de ahorrar energía, ambientes más confortables. |
Utilice bombillas de bajo consumo en vez de las bombillas incandescentes, duran 6 veces más y ahorrará hasta un 80% de energía. |
Use lámparas electrónicas ya que duran más, aguantan un mayor número de encendidos y apagados, y consumen menos que las lámparas de bajo consumo convencionales. Sabrá distinguirlas por su peso: mientras que las convencionales pesan en torno a los 400 grs. las electrónicas pesan unos 100 grs. |
Coloque reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico (no de rostato). |
Utilice tubos fluorescentes donde necesite más luz durante muchas horas, como en la cocina. |
Use detectores de presencia para que las luces funcionen automáticamente en aquellos lugares poco habitables como vestíbulos, garajes o zonas comunes. |